Guárdame un secreto: ya sé como funcionas, y quizás tengas razón y yo te quiera más. Ya he descubierto como eres, mi pregunta es por qué sigo en esto. Eres más fuerte, pero eso no significa nada, he aprendido a manejarte, me has obligado a aprenderlo. Déjame contarte que no es lo mejor, lo que más se lleva. Sal de ese caparazón, y volvamos a lo de antes. A tus risas, a tu cara recién levantada, a tus abrazos, a tus “te echo de menos”. ¿Dónde se ha quedado todo eso? Memoria llena, memoria de pez.