Los intuyen, los huelen, se encuentran con ellos un día en un aeropuerto, en una calle oscura, al subir a un autobus en una ciudad desconocida..
Y de repente se dan cuenta de que somos miedosos a volar, a la oscuridad, a que nos roben, o a amar y entregar en el sexo parte de nosotros. Aquella noche yo tenía un miedo atroz a perder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario